¿Quién es Gioconda Batres?
La Doctora Gioconda Batres Méndez, es graduada como Médica Cirujana en la Universidad Nacional Autónoma de México y en psiquiatra en la Universidad de Costa Rica.
Desde 1991 es Directora del Programa Regional contra la Violencia Doméstica del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la prevención del delito y el tratamiento del delincuente. (ILANUD), en donde ha desarrollado y publicado sus teorías sobre abuso sexual y violencia de género, en momentos en que América Latina ingresaba al tema.
Ha participado en numerosos cursos de posgrado por grandes autoridades sobre el tema de la violencia, tales como la Dra. Judith Herman, Leonore Walker, Eleana Gil y David Finkelhor.
Por este trabajo pionero ha sido galardonada con numerosos premios nacionales como el otorgado por la Defensoría de los Habitantes, las Universidades de Costa Rica, el Instituto Nacional de las Mujeres y el Colegio de Médicos.
Profesora invitada en universidades de América Latina y conferencista en numerosos foros y congresos. Ha publicado seis libros y un gran número de artículos en revistas. Desde sus inicios, formó parte como docente de la Maestría en Violencia Social de la Universidad Nacional a Distancia de Costa Rica.
Es una de las más reconocidas expertas latinoamericanas en el tratamiento del abuso sexual y sus perpetradores. Ha sido miembro de múltiples comisiones que asesoran a los gobiernos en temas de violencia sexual, violencia de género y legislación.
Perita experta en casos de mujeres que mataron en defensa propia, abuso sexual y violencia. Consultora internacional para OPS/OMS, UNFPA, UNICEF, UNIFEM, Unión Europea, Cooperación Holandesa.
Desde 1978 es Terapeuta Privada con amplia experiencia.
Éstos son algunos de los artículos que la Doctora Gioconda Batrés ha publicado y una breve explicación de los temas desde el punto de vista de ella:
Las secuelas del abuso sexual en el área de la sexualidad:
En esta ponencia quiero ir más allá del análisis psicológico de la etiología y las secuelas de los delitos sexuales contra las mujeres, los niños y las niñas, hacerlo desde la cultura sexual patriarcal, que es el sistema de dominación básico sobre el que se asientan los demás sistemas (raza, clase). Entiendo la violencia sexual como un conjunto de estrategias destinadas a mantener este sistema, o el conjunto de relaciones estructuradas de acuerdo con el poder, en virtud de los cuales un grupo de personas queda bajo el control de otras.
Al ser una relación de poder, esta relación entre los sexos es política. Esta apropiación de la sexualidad femenina no es sólo reflejo de la opresión de las mujeres sino un factor importante en la construcción de todas las formas de poder.
Incesto en Centroamérica:
La violación, el abuso sexual, el incesto, la agresión física a mujeres y el hostigamiento sexual, no son problemas distintos y el entender sus interrelaciones ayuda a comprender a cada uno de ellos.
Cuando las víctimas de estos crímenes son analizadas conjuntamente, constituyendo un problema de origen común, encontraremos que probablemente la vida de todas las mujeres ha sido afectada como mínimo una vez por alguna de estas formas de violencia. La violencia contra las mujeres, las niñas y los niños en el ámbito doméstico está reconocida como un problema mundial significativo.
Su análisis desde la perspectiva de género, es decir, desde el reconocimiento de la existencia de la desigualdad de poder entre hombres y mujeres, dentro y fuera de la familia nos proporciona los elementos necesarios para su comprensión.
Vivimos en una sociedad sexista, en donde las conductas violentas contra las mujeres están inscritas en un sistema de relaciones de poder/subordinación entre los géneros, que abarcan toda la sociedad. En todas estas conductas se utiliza el sexo, la fuerza física, para lograr poder o el poder para obtener sexo. (Wise, Stanlez, 1992). Se reduce a las víctimas a denigrantes tratos, como si fuesen objetos, con el propósito de ejercer este poder.
Tienen como propósito también poner a las mujeres "en su lugar", o como me dijo un policía panameño, "para demostrarles quién es el jefe».
Invaden de terror la vida de las mujeres y pueden ir desde ejercicio sutil de la violencia, hasta el asesinato. Destrozan la capacidad de amor y de confiar de las víctimas con las consecuentes dificultades a lo largo de sus vidas. El desconocimiento de esta realidad siempre conduce a la revictimización de las víctimas de estos crímenes que como han demostrado infinidad de estudios, en el 90% son mujeres.
En la región centroamericana, el patrón de victimización muestra una similar distribución estadística por sexo. Lamentablemente, aún en nuestros días, estas conductas siguen siendo analizadas a través de mitos, que han jugado un papel oscurecedor importante. En América Central, apenas empezamos a teorizar, investigar y recoger información sobre todas las manifestaciones de la violencia intrafamiliar. Muy pocos estudios se refieren al incesto y otros abusos sexuales infantiles, a su tratamiento y sus secuelas.